El Palacio de las Golosinas nació de un sueño, allá en el año 1971, cuando Gustavo Carattoni decidió renunciar como empleado municipal y perseguir sus metas. “Como él corría carreras de bicicletas, que era su hobby, le puso un canasto a la misma bicicleta y salió a repartir aspirinas, analgésicos y otros productos en kioscos y almacenes”, cuenta con añoranza Gustavo (su hijo), hoy gerente general de la firma.

Como en toda historia de superación y amor, de la bici pasó a una motocarga, después a una multicarga, y luego a una camioneta. Con el transcurso del tiempo, con muchísimo trabajo y esfuerzo, Gustavo (padre) compró un local en Pellegrini y pasaje Baigorria, y ahí nació El Palacio de las Golosinas.

Años después nuestra empresa adquirió la propiedad de Pellegrini y San Juan, donde construimos primero el local comercial. En 1997 dimos un gran paso, dejando de ser sólo un local de venta para comenzar a incursionar en la distribución. Abrimos primero un local en Jujuy; luego otro en Salta y después de la crisis del 2001 en Metán, Rosario de la Frontera y Joaquín V. Gonzalez.

En los últimos años, a pesar de la crisis, decidimos apostar al futuro realizando fuertes inversiones como la instalación en Salta de un moderno Centro de Distribución de más de 2.000 metros cuadrados, y la apertura de una sucursal mayorista. También inaguramos un Centro de Distribución en la Provincia de Jujuy y actualmente estamos desarrollando un nuevo núcleo de distribución en Metán para cubrir el sur de la provincia de Salta.

"ESTA ES UNA HISTORIA DE FE Y DE AMOR DONDE QUEREMOS QUE TODO AQUEL QUE FORME PARTE DE ESTA FAMILIA SIGA LOS MISMOS VALORES QUE ENTREGARON SUS FUNDADORES", Gustavo Carattoni.